sábado, 30 de enero de 2010

MAS GRAVE QUE LAS INCONDUCTAS DE COBOS


En otra nota definíamos al Movimiento, como el resultado de la acción de grupos de militantes, con diferentes grados de intensidad a través del tiempo, que intentaban concretar objetivos políticos y sociales que consideraban convenientes para toda la comunidad . El basamento de ese accionar son los principios doctrinarios expresados por el General Perón y otros que el Movimiento, en el desarrollo de su práctica política ha creado.

Por otra parte es la permanencia de acuerdos espirituales, que trascienden edades y generaciones de argentinos, que hacen de la militancia un compromiso de vida y no sólo el resultado de entusiasmos circunstanciales o conductas contestatarias y rebeldías pasajeras.



Sin pretender que las formas organizativas principales en que se expresa el Peronismo sean creaciones exclusivas es indudable que en la política argentina son innovaciones.

Por la represión posterior al 55, o por el convencimiento de su virtud, sus estructuras no necesitan de la legalidad del sistema y sin embargo sus objetivos son modificarlo. Esta es la causa fundamental por la cual el sistema no ha podido integrarlo o destruirlo a pesar que ha intentado, en diferentes momentos, métodos violentos o pacíficos

El carácter TRASCENDENTE del peronismo - en el sentido que trasciende el mero accionar partidario - es el que le permite llevar su propuesta a todos los ámbitos de la comunidad y es la más importante faceta que lo diferencia de las demás fuerzas partidarias y que en actos eleccionarios adquiere una dimensión decisiva.

Por lo anterior, cuando vemos las reforma política, de internas abiertas obligatorias para los partidos políticos, que impuso nuestro Gobierno, consideramos que la misma atenta contra aspectos esenciales que hacen al Movimiento.

En principio: cuál puede ser el compromiso de los posibles candidatos para elaborar un programa que nos represente y convenza a los peronistas - que somos los que estamos en mejores condiciones para juzgar si el mismo se basa, o no, en nuestra doctrina y defiende los intereses populares, si votan – en las internas abiertas – ciudadanos que no cuentan con esas aptitudes y los elementos que determinan su elección son la imagen, la impronta personal o el grado de inserción en los medios que tengan los candidatos, más que el resultado de una tarea, dentro y fuera del partido, para proponer, convencer y materializar nuestras consignas.

Esta reforma política, que en otros países puede tener tradiciones que la justifiquen, en el nuestro parece que se hace para contentar a aquellos sectores que demonizan las estructuras sociales dónde el Peronismo es gravitante. Aquello que las minorías conservadoras definen como el famoso “aparato”, dominio de invencibles mafias.

Nosotros entendemos que con la mínima participación de compañeros en esas organizaciones - que debe ser alentada y posibilitada por las autoridades del Movimiento y los posibles candidatos a todos los cargos - el funcionamiento y las autoridades de esa “monstruosa” creación - el aparato - cambiarían radicalmente.

En las internas abiertas, la elección no se decide por conocimiento, compromiso y convencimiento. Se opta.

El Gobierno que es fruto de opciones y no de elecciones verdaderas, tiene desde su comienzo una gran debilidad. ¿Qué compromiso pueden tener sus votantes en defender o trabajar en la concreción de una plataforma política, si la desconocen y además no han participado en su elaboración?

Parecidas críticas se hacían cuando las listas sábanas. De aquellos candidatos que no eran conocidos, se decía que su incorporación era sólo el producto de manejos burocráticos. Para nada rescataban la posibilidad de que fueran personas que realizan el trabajo fecundo y silencioso para que funcionen las organizaciones por las cuales se postulaban.

Los opinólogos y los medios, representantes de los poderes concentrados, siempre proponen a los individuos que no tienen relación o compromisos con las organizaciones populares. A un individuo se lo puede condicionar o derrotar, a un partido político movilizado como el nuestro es imposible.

Para el Movimiento, a diferencia de otras propuestas filosóficas, el cuerpo social se realiza en la persona, y no al revés. Por lo tanto aquello que degrada la participación política es incorrecto.

Para nosotros la reforma política está en ese camino incorrecto.

La elección de Cobos fue una decisión política equivocada, nos parece, y no deja de constituir una cuestión táctica. Las conductas de Cobos, hoy, no son otra cosa que una continuidad de sus conductas anteriores, vale señalar su alianza con sectores antipopulares, como Vila y Manzano, que convirtieron a Mendoza en coto de sus negocios. En cambio, las desviaciones doctrinarias que se producen con la referida reforma constituyen equivocaciones estratégicas.

ERNESTO CANCECO














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