CLARIN ¿MIENTE?

En nuestro país es muy difícil encontrar medios de prensa, en general lo que existe son empresas comerciales que como tarea secundaria hacen periodismo. Lo fundamental de su actividad es vender propaganda .

Ninguna de esas empresas ha tenido compromisos permanentes con los sagrados principios que dicen defender o con los intereses de nuestra sociedad.


Por comisión u omisión fueron cómplices de todas las dictaduras. Cuando sus productos se venden o tienen rating de ninguna manera se van a cuestionar el contenido de los mismos.

En cualquier medio que se analice, se verá que la educación ocupa un lugar muy secundario con respecto a cualquier otro rubro – noticias, deportes, entretenimientos , etc -.
La procacidad o la desmesura, que para esos medios siempre está presente en cualquier manifestación popular, no genera ninguna preocupación cuando es parte fundamental de sus productos, sobre todo, radiales o televisivos

En este momento una de las principales propagandas de los medios es el ofrecimiento de telefonía digital.
Si fueran coherentes con su periodismo crítico – que tanto valora el presidente de la Corte Suprema de Justicia – tendrían que señalar que es una barbaridad que en nuestro país se gaste, en muchos hogares, en telefonía celular más que en educación y en algunos más que en comida. En esos casos, porque es conveniente para sus intereses, son respetuosos del libre albedrío de sus lectores. No cabe duda de que si en algún momento se despenalizara el uso de drogas, abandonarían inmediatamente su actual posición de prohibir y estarían señalando las virtudes de tal o cual variedad o marca.

Esta nota tiene este titulo porque para nosotros Clarín y la mayoría de los medios no mienten, en el sentido de falsificar la realidad.
Lo que hacen es buscar, a través de un discurso permanente, inducir una actitud, una disposición para analizar la realidad que hace que las personas sobre las cuales influyen terminen mintiéndose a sí mismas o pretendan mentir a las demás. “ Esta chica no llega a fin de año”, “ no hay dólares en el Banco Central”, “esto es un desastre, la gente está cada día peor”, “todo el Pueblo está con el campo”.

Estas cosas y otras no las dicen directamente los medios, pero mediante un discurso en dónde se ocultan o se resaltan, interesadamente, hechos y noticias, se crean sensaciones artificiales que dan lugar a esas mentiras.
Alguien dijo:” los medios no mienten la temperatura, falsean la sensación térmica”.

Se persiste en parangonar la inusitada violencia de la protesta agrarista con algunas actitudes del dirigente D’Elia. “D’Elia embarra la cancha “ por lo tanto tendrían alguna justificación los cortes, el desabastecimiento o la inflación = pobreza, causados por el paro agrario.

Cuando se produce cualquier conflicto sindical o social, inmediatamente se exige la intervención del Gobierno, vía conciliación obligatoria o medidas legales, para que problemas sectoriales no perjudiquen los “intereses del conjunto”. La insistencia de los dirigentes rurales, que pretenden negociar y/o exigir prebendas sin levantar las medidas de fuerza, no le parece mal a la opinión “seria”.

La manifiesta politización del conflicto agrario por algunos dirigentes no ha provocado ninguna réplica de los medios, cosa que hacen rápidamente cuando la pretenden hacer otros sectores. La creación estelar de los medios: Alfredo De Angelis , sabiendo de la insuficiencia y desgaste de sus planteos, sale a defender a los maestros, a los policías, a los niños y a todos los pobres de la Argentina; llama pusilánimes a los Gobernadores porque según él son prisioneros de la “caja”, y termina predicando un nuevo orden social y económico.
El señor Miguens – presidente de la Sociedad Rural – descubre en un balcón de la Pcia. de Santa Fé que es un orador de masas y habla con el fondo de cánticos como “el Pueblo unido jamás será vencido”. A cualquier otro dirigente “La Nación” lo estaría señalando como peligroso subversivo de la década del 70.

La forma más eficaz de crear un poder es generar conducta, uno cree que actúa de acuerdo a su voluntad y a la expresión de su libre albedrío, no siempre se sabe si es víctima de la manipulación de intereses espurios.

La forma de hacer frente a estos poderes – como el de los medios – es desarrollar un discurso diferente basado en intereses populares.
Al respecto en nuestra nota “ ENTRE EL ENTUSIASMO DE ALGUNAS HORAS Y EL MURMULLO DE TODOS LOS DIAS” decimos: "Es momento en que el movimiento genere un mensaje esclarecedor y unificador para que cada uno, luego de incorporar la creatividad que significa una discusión, pueda volcar a la sociedad una posición, sobre todo en aquellas cuestiones que hacen a lo estratégico de los intereses nacionales".

Dicho discurso debe ser independiente del ”soporte privado” – sea gráfico, radial, televisivo o informático – . Porque si no el dueño del soporte es el que determina su existencia.

No sabemos cuáles son los intereses que en este momento motivan a Clarín, ya que en los últimos años durante los Gobiernos de los presidentes Menem, Duhalde y Kirchner ha conseguido una serie de leyes y reglamentaciones que lo han favorecido ampliamente, basta citar la pesificación que le disminuyó sus deudas de 1.500 millones de dólares a igual cantidad de pesos; la ley que impidió que lo embargaran cuando consiguió que se lo declarará “bien cultural”, hasta el permiso que le dio este Gobierno para comprar Cablevisión violando normas vigentes.
Es un grave error de nuestro Gobierno no establecer leyes que reglen la actividad de los medios – o por lo menos hacer cumplir las existentes-. Y tampoco se ve voluntad para enmendar esta situación.

En la medida que no existan formas independientes de comunicación se sobrevalora la importancia de estas pseudo empresas periodísticas, de ahí la búsqueda de todo el arco político de no malquistarse con ellas.
Es inaceptable que el Peronismo caiga en estas conductas erróneas, porque tiene todos los elementos para una construcción diferente.

Consideramos conveniente insistir en la política desacertada de los dirigentes de nuestro Partido, de centrar toda la actividad del mismo en la realización de actos masivos, sobre todo teniendo en cuenta los últimos que se llevaron a cabo. Ayer fue Ezeiza, hoy San Vicente o la cancha de Almagro, el elemento común es que en todos ellos sólo se visualiza la concreción de políticas de poder de grupos o sectores. Lo más importante parece ser quién coloca sus estandartes lo más cerca del palco o quién es más visible a los medios; todo eso le puede servir a muy pocos pero nunca va servir a la creación de una política que pretenda llegar a las mayorías nacionales.

Cuando en la campaña de nuestra presidenta a la Senaduría Nacional por la Pcia. de Buenos Aires, al referirse a los proyectos de su adversario en ese momento – el ex presidente Duhalde- asemejó los mismos con un libreto de Francis Ford Coppola-, caracterización que nos parecía correcta, pero lo que se rescata de los actos a los que hacemos mención, las comparaciones que se pueden hacer no sólo es con libretos del citado director sino con películas del mismo.

Por último- a nosotros por lo menos- nos queda la certeza que nuestro dirigentes en algún momento convocaran a los peronistas “comunes”, que no sólo son la mayoría que mantiene vivo al peronismo, sino que están lejos de los estratos del poder pero muy cerca de las vivencias populares.

ERNESTO CANCECO