viernes, 4 de enero de 2008

MEDIOS E IN-FORMACION



Cuando decimos que la comunicación o la información a través de los medios no es suficiente nuestra afirmación tiene varios planos:

No es suficiente pues no siempre la información es suministrada al público. Los medios realizan una selección, que si bien tiene alguna justificación (pues ningún medio podría informar de todos los acontecimientos que se producen en la ciudad, en el país o en el mundo) esa selección no siempre obedece a razones de relevancia o importancia general.

En primer lugar los medios de comunicación privados: diarios, radios, televisión, etc son empresas con fines de lucro. Por lo tanto hay una forma de selección de la noticia que responde, tal como se hace con cualquier otro producto, a la importancia “comercial” de la misma. Más ejemplares, más ingreso. Más publicidad, más ingreso.



En segundo lugar, como empresas privadas con fines de lucro son las que tienen al alcance gratuito (a menudo no sólo gratuito sino rentable) el medio para mantener o ampliar sus ventajas económicas promoviendo políticas favorables, apoyando o rechazando leyes y otras disposiciones. En resumen, haciendo lobby sobre la opinión pública en su provecho, lo que significa casi siempre sesgar la información, recortarla, dando versiones parciales o incompletas. Muchas veces los medios de comunicación integran grupos económicos o holdings cuyos intereses se extienden en ese u otros sectores de la economía, en cuyo caso es mucho más difícil, para quien ignora esto, descifrar el ejercicio de lobby.

También como componentes de sectores económicos, ya sea por interés directo o por sus vinculaciones con terceros, sostienen posiciones que intentan imponer al público a través de sus noticias, editoriales, etc.

Por último, si bien es cierto que hoy en día ningún sector o partido político tiene un medio propio, de ninguna naturaleza (esto puede ser resultado de la inactividad de los partidos) , no es extraño que algún medio sirva de plataforma política de determinados sectores o partidos políticos, ya sea en defensa de intereses económicos o ideológicos, o ambos.

Es cierto que no hay ninguna otra forma masiva de comunicación que éstas, que la existencia de estos medios forman parte de la “tradición democrática” del sistema y que por lo tanto para mantenerse informado no existen otras vías. Sin embargo conocer y, sobre todo, tener siempre presente estas características de los medios, nos permite realizar una lectura diferente que trascienda lo estrictamente visible. El objetivo es que los medios “informen” pero no “formen” (o aún peor “deformen”) nuestro pensamiento. Nuestra formación debe ser una condición previa, realizada de formas más libres, profundas y objetivas para que la información pueda ser analizada a partir de una racionalidad más amplia y objetiva.

Uno de los efectos de la sobreabundancia de medios y noticias es el vértigo informativo, que hace que una gran cantidad de información llegue a nosotros y cambie diariamente. Lo que tampoco favorece la selección y elaboración de la información. E impide establecer prioridades sobre las noticias y los hechos de mayor importancia para los intereses nacionales y populares. Circunstancias que hacen que no podamos tomar posiciones y establecer conductas comunes ante algunos hechos que están al alcance de nuestro accionar, que si bien está muy limitado por el grado actual de organización popular, no es nulo.

Esto se comprende mejor con algunos ejemplos recientes:

Oculto por hechos de mayor impacto surgidos en la segunda semana de diciembre,
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-96097-2007-12-13.html se publicó que fiscales solicitaron una indagatoria judicial a cuatro directivos de la firma propietaria de la marca SOHO pues existen elementos que indicarían al menos complicidad en la utilización de mano de obra en condiciones de virtual esclavitud a través de mecanismos de tercerización en la confección de prendas de esa marca. Hechos como éstos se han verificado anteriormente con otras empresas productoras de indumentaria de primeras marcas.

Si, como decimos en nuestra nota anterior, comprar a veces es más significativo que votar, pues forma parte de nuestra vida cotidiana, una noticia de esta naturaleza debería permitirnos llevar adelante una acción de condena social ante hechos de esta naturaleza, más allá de los que, lógicamente, debería determinar el debido proceso judicial.

Otro ejemplo del manejo de los medios tiene que ver no tanto con lo que dicen sino con lo que callan. Dos directivos/socios del diario LA NACION están procesados por una evasión impositiva de una cifra de 7 dígitos. El diario no publicó la noticia. Pero lo que es más grave, ninguno de los otros medios lo hizo. Ni CLARIN ni ninguno de los otros medios. Esto pone de manifiesto el acuerdo mafioso, actitud corporativa que adoptan los medios cuando puede ver afectado su poder.

Recientemente, con el ajetreado caso de Antonini Wilson, se ha desplegado una catarata de información dando por probadas informaciones provenientes del extranjero y otorgándoles una seriedad en el que un análisis atento de lo publicado por los medios abre grandes dudas e interrogantes.

Los diarios LA NACION y PERFIL son quienes lideran esa campaña entre los medios gráficos. De sus noticias y transcripciones de versiones en USA se desprende que:
http://buscador.lanacion.com.ar/Nota.asp?nota_id=971007&high=FBI

El 04 de agosto un extranjero transportado, por lo menos imprudentemente, en un avión alquilado por el estado argentino para transportar funcionarios del estado argentino ingresa irregularmente 800.000 dólares en efectivo en una valija.

El día 24 de agosto, en Miami otros cuatro personajes se citan con el sujeto en un lugar público y le informan que el dinero en cuestión era para la campaña de CFK. Es decir, el Sr. Antonini Wilson, que hasta ese momento lo desconocía, es convenientemente informado del destino que tenían los fondos por él transportados. Es elemental preguntarse por qué, si la preocupación de esos hombres era evitar que Wilson pusiera al descubierto esa circunstancia son ellos mismos quienes se lo informan, para acto seguido amenazarlo y/o intentar sobornarlo para que calle. Evidentemente o esos hombres son muy torpes o el periodismo carece de mínimas facultades de especulación. Se nos ocurre en principio una única y fundamental razón para informar a Wilson de eso: la información debía aparecer en una conversación grabada por el FBI y con ello armar un caso.

Para aquellos que deseen mayor información sobre el funcionamiento “independiente” de la justicia norteamericana es muy interesante el siguiente artículo:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-96826-2007-12-30.html

Por otra parte, un solo medio
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-96262-2007-12-16.html informó que tanto Antonini Wilson como Kauffman trabajaron juntos para una empresa petrolera de origen venezolano: “Venoco”, que en cierto momento tuvo en explotación un yacimiento petrolero en La Pampa. Empresa perteneciente al Sr. Pedro Carmona. El mismo Sr. Pedro Carmona que fue Presidente de Venezuela por un día. El día que duró el gobierno de facto producto del frustrado golpe militar que intentó derrocar a Chavez en 2002, con la complicidad de sectores venezolanos y activa participación norteamericana.

¿Es posible pensar que esos hombres, Antonini Wilson Carlos Kauffman, sean agentes venezolanos al servicio del gobierno de Chavez? ¿Es posible que medios periodísticos que indudablemente deben conocer estas circunstancias tal como la conoce el único medio que la publicó, pasen por alto totalmente ese dato? ¿Es que esos medios carecen de inteligencia o es que, acaso, están al servicio de otra Inteligencia?

Ricardo Greco






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