EL GORILISMO TIPOGRAFICO

En un reportaje, que la revista Veintitrés le hace al Sr. Horacio Verbitsky, el periodista reporteado emite algunos comentarios sobre los cuales consideramos interesante reflexionar. Sobre todo porque el Sr. Verbitsky aparece en algunos medios como vocero oficioso del ex presidente Kirchner. Del reportaje transcribimos algunas preguntas y nuestras réplica al respecto

Pregunta Veintirés: Siguiendo con los animales, Uds. dijo que el gorilismo continuaba a pesar de que el peronismo dejó de existir.
Responde Verbitsky: Sí. Creo que ha sido más perdurable el gorilismo. Porque lo que existe hoy de origen peronista es distinto hoy de lo que fue en el origen.

Nosotros creemos que el gorilismo de hoy no ha cambiado y es igual al de todas las épocas.

El gorilismo es manifestación de un sentimiento antipopular, cuyo origen y forma es diferente en cada persona o sector.
Está el de los alienados, a los que oponerse o despreciar lo popular les da la sensación de pertenecer a una clase social de la cual nunca serán parte, hasta el de aquellos que esconden detrás de pseudo sentimientos la defensa de intereses espurios. Sentimientos que pueden modificar según esos mismos intereses (Si no ver los Alsogaray, los Roque Fernández, los Orlando Ferreres, la Sociedad Rural, etc, durante el menemato).

El gorilismo no tiene entidad, es un simple efecto, una reacción, y la causa es todo aquello que encarna lo popular, en este caso el peronismo.

Que el gorilismo sea cruento o pacífico depende de las situaciones históricas. De la misma manera puede apoyar dictaduras militares como utilizar las herramientas y canales formales de la democracia.

Pregunta Veintitrés: ¿Pero va a dejar de existir? (el peronismo .n.d.a)
Responde Verbitsky: Por primera vez, después de 1983, no hay una boleta del Partido Justicialista en una elección. Además la fórmula del Frente para la Victoria estuvo integrada por una persona que viene del peronismo y otra que viene del radicalismo.
Hay una modificación de identidades de la cual me parece que no termina de tomarse nota en la política argentina. Esto pasó con la fórmula triunfadora y también con la que ocupó el tercer lugar e incluso hay gente que viene del peronismo en la Coalición Cívica Libertadora (sic). Se ha mezclado todo de una manera nueva y estamos asistiendo a la muerte de ciertas identidades y al surgimiento de otras. Frente a eso, hay cierta actitud de lo que se conoce como gorilismo que es idéntica a sí misma. No ha tenido modificaciones.

Son llamativas las manifestaciones de Verbitsky cuando decreta la desaparición presente o futura del peronismo.
La no presencia del Partido Justicialista en las elecciones pasadas es elemento suficiente para ello, o demostración de un cambio de identidad del movimiento.
Ante estas afirmaciones creemos que estamos en presencia de un nuevo tipo de gorilismo: EL GORILISMO TIPOGRAFICO. También nos recuerda los objetivos de aquellos que pensaron algo similar y una de cuyas manifestaciones dan nombre a nuestro blog: “Si no se lo nombra, no existe”.

Sobre este tema se pueden decir muchas, y más importantes, cosas. Pero nos vamos a referir a algo muy concreto.
Sería interesante saber cuál fue, para el Sr. Verbitsky, lo decisivo en las elecciones en que fueron elegidos tanto Néstor, en su momento, como Cristina ahora. Sobre eso no hay duda: el Peronismo.

Ese peronismo formado por una mayoría de dirigentes y personas de bien, que en todos los ámbitos trabajan por el bien de la patria. Pero también, por supuesto por punteros acusados de mafiosos, dirigentes provinciales con inclinaciones feudales, sindicalistas corruptos. Conglomerado éste, que ningún dirigente, favorecido por la fuerza electoral peronista, trató de cambiar. Por el contrario, sumaron nuevos personajes advenedizos e incapaces.

Por ejemplo la presencia de Alberto Fernández en la Capital Federal. En el distrito en que más se necesita un accionar político para hacer frente al avance de ideas retrógadas al servicio de intereses espúreos mantiene inmovilizada, no sabemos en función de que objetivos, nuestra estructura partidaria.

A menos que entremos en un planteo místico, religioso o mágico, por el cual el Dr. Kirchner sea un ungido o un predestinado, es indudable que su elección fue producto de circunstancias fortuitas por las cuales el Dr. Duhalde, por la negativa de Reutemann y la poca trascendencia de De La Sota, lo eligió como candidato. Otra hubiera sido su perfomance si se hubiera presentado por fuera del peronismo “oficial”.

Lo antedicho, dejando de lado otros elementos quizás más relevantes, demuestran la vigencia de aquello que livianamente se decreta fenecido.
Vale aclarar que no exageramos la actuación del Dr.Duhalde, (a quien Verbitsky, en el mismo reportaje, declara muerto político), porque la misma fue resultado de una posición circunstancial que en ese momento ocupaba.

No hay definición del peronismo, ha habido algunos intentos, pero la definitiva no existe, se está construyendo.

Pero se puede decir que el peronismo es un movimiento social y político iniciado por el Gral.Perón hace más de sesenta años.

Durante ese lapso, en un quehacer permanente en defensa de los intereses nacionales – es verdad que no siempre con la misma intensidad y acierto – viene construyendo su identidad. Identidad que generará una verdadera definición. No obstante se pueden señalar algunas características que sin duda forman parte de su esencia.

Esto es, ante todo, un hacer a partir de lo cual se elaboran elementos teóricos e ideológicos; y esto es así y no al revés.

No existe un desarrollo teórico de envergadura, “el aporte intelectual del Gral.Perón materializado en sus libros, discursos y obra de gobierno no alcanzan, por más importante que lo consideremos” para comprender la realidad nacional y dar tratamiento a todos nuestros problemas.

Por lo tanto, si ese hacer es colectivo, su resultado y ejecución deben ser adoptados por la mayoría. Por eso, la participación de cada compañero debe ser realizada con la mayor energía, tanto en la elaboración como en la puesta en práctica, sin importar si el resultado coincide con sus ideas originales.

Prueba de lo anterior es que es y fue normal la crítica y/o desilusión, o las acusaciones al movimiento de traición, por aquellos que pretendieron sumarse al movimiento buscando imponer ideas o modelos que nada tenían que ver con la realidad del mismo.

El peronismo, como cualquier colectivo, no tiene dueño. Es un continuo en el que nadie puede proponerse como excluyente – desaparecido Perón – y mucho menos como principio o fin. Todos, si se quiere responder a la esencia del movimiento, deben considerarse parte.

Pregunta Veintitrés: Ahora que deja la presidencia ¿Kinrchner, jugará a construir el PJ?
Reponde Verbitsky: Va a trabajar por una construcción mayor de una fuerza política nueva y no en la reorganización de un viejo partido.
Pregunta Veintitrés: ¿Entonces, va a regalar el PJ a la oposición interna?
Responde Verbitsky: No, regalar no, lo va a incorporar a la nueva organización. Me parece que hay que entender que, como mínimo, el PJ es una parte componente de otra cosa.
Deseamos fervientemente que el ex presidente Kirchner no esté pensando lo mismo que Verbitsky de pretender encorsetar al peronismo en esas, hasta ahora entelequias: Frente de la Victoria, Transversales o Movimiento K.

Sería actuar de la misma forma que algunas organizaciones, que en los años 70 pretendieron conducir al peronismo a partir de una teoría desarrollada por fuera de él – sin interesarles que la mayoría conozca y acuerde con esos presupuestos teóricos o ideológicos – y crear una conducción, no como resultado de un aceptación, sino por la imposición de cualidades que no estaban demostradas y legitimadas políticamente.

A esos fallidos intentos de los 70 los llamamos “el gorilismo de los magníficos” – no caemos en la calificación policial, común de esa época, por la cual todos éramos “infiltrados” -. Los magníficos eran “jóvenes de espíritu” que se acercaban a las masas para “acompañarlas” en sus experiencias históricas y en determinado momento darle a esas masas los elementos organizativos e ideológicos que “los peronistas, por sí mismos, no estaban en condiciones de elaborar”.
Por supuesto, esos aportes nada tenían que ver con el movimiento. Eran otra cosa.

El peronismo es la representación de la mayoría política de la Argentina. Y es la mayoría no porque haya más o menos peronistas en el país, si no porque, en todas las organizaciones populares de relevancia, los peronistas son mayoría.

El Movimiento Peronista es la conducción natural, hasta el presente, de cualquier frente nacional y popular que se pretenda hacer.

“Dos infinitos se repudian”, así tampoco pueden existir dos mayorías. Pretender - como expresa Verbitsky que el ex presidente piensa – que el peronismo sea parte de algo mayor es caer en un error grave.

Nota: Además de los distintos tipos de gorilismo que hemos analizado en esta nota existe otro tipo, que por su importancia en la historia del movimiento peronista merece un tratamiento especial: el Vandorismo, y que trataremos próximamente.

Ernesto Canceco