
El vandorismo fue durante mucho tiempo, sobre todo del ’58 al ’73, según la mayoría de la militancia peronista, la causa o el obstáculo principal que impidió el desarrollo de las posibilidades revolucionarias del peronismo. Para nosotros esto era una sobrevaloración de la capacidad o poder de un grupo de dirigentes entre los cuales Vandor aparecía como su paradigma.
Es indudable que el vandorismo significó la aparición de prácticas sindicales y políticas muy negativas pero consideramos que el error que cometió la militancia peronista fue el de creer que la lucha sindical era la única o por lo menos la más importante que se podía desarrollar durante esos años. Esa creencia dejó de lado otras actividades que hacen al movimiento y que de ninguna manera podían ser obstaculizadas o frenadas por ningún grupo de dirigentes.
Es indudable que el vandorismo significó la aparición de prácticas sindicales y políticas muy negativas pero consideramos que el error que cometió la militancia peronista fue el de creer que la lucha sindical era la única o por lo menos la más importante que se podía desarrollar durante esos años. Esa creencia dejó de lado otras actividades que hacen al movimiento y que de ninguna manera podían ser obstaculizadas o frenadas por ningún grupo de dirigentes.